Las nuevas normalidades conllevan nuevas oportunidades…

Oportunidades para el cambio, oportunidad de observar las resistencias al cambio, de adaptarnos a nuevas situaciones, de ver la capacidad que tenemos de aprender a funcionar de otro modo creando nuevos patrones de funcionamiento, de mantener rutinas, promover hábitos saludables, de pensar en los demás, de nuestra salud y la de los otros.

Esta pandemia nos ha hecho plantearnos las actividades de la vida diaria que nos resultan básicas, y replantearnos la importancia del ocio y tiempo libre, la participación social y el uso de los recursos comunitarios así como las restricciones en las interacciones con otros.

En mayo del 2020, trabajamos en adaptar el Centro de Día Miguel Hernández de ADIS y su actividad a la nueva situación; conseguimos instaurar una nueva realidad después de unos meses de confinamiento y de nuevo, nos vemos en la obligación de cerrar sus puertas como prevención de la salud debido a la alta incidencia de COVID.

A día de hoy, seguimos trabajando, aunque de nuevo sea ADIStancia y nuestra tarea de nuevo sea  “reimaginar el hacer”, pero siempre con el objetivo de mejorar su bienestar y calidad de vida.

 Quizá esta situación nos enseñe a reconocer nuestras fortalezas y debilidades, nos mostrará y nos está mostrando en cómo somos y en el valor que tienen las acciones que realizamos en nuestra vida diaria, de igual modo que ellos / as nos han enseñado en que son capaces de seguir funcionando, participando, disfrutando aunque muchas de las rutinas hayan cambiado o las normas del centro sean nuevas o diferentes a lo conocido.

Sabemos que nuestros usuarios/as retomarán las rutinas de nuestro (su) centro de día, llenando de vida sus pasillos y sus salas como desde hace 5 años lo vienen haciendo.

Por ello, sólo nos queda darte las  gracias a ti por seguir cuidándote y cuidándonos a los demás.

 

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